¿Ha pensado que sucedería si uno de sus empleados filtra información confidencial de su empresa y deja de ser una entidad inviolable?
Todos recordamos la foto de la ficha policial de Isabel Pantoja detenida, salió en todas las grandes televisiones. Probablemente el común de los mortales no lo haga, pero quienes conocemos el mundo de los medios nos preguntamos; ¿cómo es posible que algún funcionario la haya filtrado?, y ¿habrá sido expedientado por ello?. Y seguidamente nos indignamos pensando que, aunque así sea, de poco serviría ya. ¿Existe alguna entidad inviolable?
En España, lamentablemente estamos ya acostumbrados a todo tipo de filtraciones por parte de empleados públicos. Nos hemos habituado a leer en los periódicos con todo lujo de detalles sumarios que todavía son secretos, investigaciones policiales, etc. Hemos leído en cómodas entregas los e-mails sobre las onerosas actividades de Instituto sin ánimo de lucro; Noos, los papeles secretos de la supuesta contabilidad B del Partido Popular, las investigaciones de la empresa de detectives Método 3, etc, etc, etc.
Filtraciones en el extranjero
Pero no es sólo cosa de España. Piensen en las filtraciones de Wikileaks; o en las recientemente famosas filtraciones sobre espionaje de los datos personales de los usuarios de Google, Facebook, Microsoft, etc. Es cierto que en todas estas filtraciones aparece de manera directa o indirecta la administración pública; ya sea a través del poder judicial, la Corona, los partidos políticos, etc…Quizá usted esté pensando que las empresas privadas, si no tienen nada que ver con entidades públicas, están lejos de verse salpicadas por este tipo de filtraciones, pero no es así, no existen las entidades inviolables.
Acuérdese del caso del exempleado de Goldman Sachs. Afirmaba que el banco llamaba tontos y engañaba a sus clientes para que vendieran y compraran todo tipo de productos de inversión, previamente manipulados para alterar su precio. Y mas cercano para los españoles está el caso del extrabajdor del banco suizo HSBC. Está entregando a las autoridades españolas información sobre las cuentas ocultas al Fisco de más de 600 clientes de este banco.
En poco tiempo hemos pasado de fichas policiales, a La Corona Española, al FBI, a Goldman Sachs, HSBC,… ¿queda todavía alguna entidad inviolable?. Difícilmente en pleno siglo XXI con tanta información circulando en internet y con una sociedad cada día más consciente del poder que esa información otorga a quienes saben utilizarla.
Casos particulares
Pero, y en su caso particular; ¿ha pensado qué pasaría si un socio, o un exempleado se dedica a difundir informaciones confidenciales de su empresa?
¿datos que de alguna manera puedan violar la intimidad de sus clientes? No hace falta ser una gran empresa para que esto suceda. Imagine un simple taller de coches en el que un ex empleado descontento envía una carta al periódico local. Le indica que ese taller incumple deliberadamente la ley de protección de datos; infla las facturas con más horas de las realmente necesitadas y que no entrega los residuos peligrosos a un gestor autorizado. Quizá pueda defenderse en los juzgados. Piense que en una ciudad pequeña una información así podría hacerle mucho daño a su imagen, y probablemente ya sea tarde cuando consiga la sentencia a su favor.
¿Sabría qué hacer si algo así sucede en su negocio?¿Si su empresa deja de ser una entidad inviolable? Conviene que lo piense con anticipación. También que cuente con un plan que tenga prevista una respuesta rápida por su parte a situaciones similares que podrían dañar su negocio. Es lo que los expertos en Comunicación Corporativa denominamos como Plan de Crisis. Para su elaboración deberá analizar concienzudamente qué tipo de riesgos corre la imagen su empresa. Déje que le exponga algunas situaciones que pueden perjudicar gravemente la buena reputación empresarial que tanto le ha costado conseguir. Así comprobará que es algo más habitual de lo que pueda parecer:
Plan de crisis
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Dos ejemplos muy de actualidad son una huelga de trabajadores o la necesidad de plantear un ERE.
- Otra grave situación que afecta a la imagen de muchas empresas en estos tiempos es las denuncias o insinuaciones de falta de solvencia. A veces de manera totalemente injustificada arruinan la reputación de cualquier negocio,
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Otra situación relativamente común es que en su empresa se produzca un accidente laboral con heridos graves o fallecidos.
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Otros dos ejemplos son las denuncias en el juzgado por acoso laboral o sexual de sus trabajadores.
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También son peligrosas las denuncias relacionadas con el medio ambiente. Aunque se cumplan todos los requisitos legales nadie quiere ser acusado por su falta de preocupación por la ecología. Imagine que en su empresa se producen vertidos incontrolados accidentalmente. También, que usa algunos agentes químicos más contaminantes que otros más caros, pero menos contaminantes, o simplemente que un inmueble de su propiedad atenta contra el ecosistema (o la estética), de una determinada zona verde, etc.
Problemas de seguridad
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¿Que pasararía si ha de retirar del mercado toda una línea de productos defectuosos? Póngase en el caso de una empresa de alimentación con un problema de seguridad alimentaria.
- Piense que por falta de diligencia, por desconocimiento, o por un fallo de seguridad informática los datos personales de sus clientes y/o sus proveedores salen a la luz y es acusado de incumplir la Ley de Protección de Datos.
- Imagine que su empresa tiene plantas de producción, o compra materiales/productos en países en vías de desarrollo y es acusada de explotación de sus trabajadores.
- Su empresa tiene algo que ver con alguna entidad de caracter política. Es acusada de actuaciones ilegales para conseguir contratos públicos, recalificaciones de suelos, o cualquier otro tipo de favor relacionado con la política, etc.
- Imagine que su empresa está siendo investigada por cometer algún delito fiscal, o sencillamente realiza operaciones financieras poco claras para no tributar y consiguientemente se le acusa de insolidario o antipatriotas.
Conclusiones
Estas y otras situaciones similares son las que de manera específica para cada negocio concreto se evalúan en un Plan de Crisis. El plan establecerá la forma de actuar en cada de uno de estos posibles casos; señalando quién deberá hacer cada una de las tareas de respuesta previstas. También, cómo habrán de ejecutarse las acciones, siempre evaluando los diferentes tipos de respuestas posibles. ¿Su empresa ya tiene uno?
Si no lo tiene piense que anticiparse a los riesgos es la mejor forma para disminuirlos y lograr evitarlos. Si el problema ya está afectando a su imagen pública déjese asesorar por expertos a la hora de gestionarlo. Así, conseguirá al menos minimizar sus consecuencias.