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El discurso tiene que ser claro y conciso.
Seguro que ha llegado hasta aquí porque tiene que participar en un acto público en el que le darán la palabra. Además, tiene miedo a no saber qué decir en un posible discurso. Pues véalo de otro modo: lo que le pasa es que no sabe qué decir porque tiene miedo. ¿Me equivoco? Que tenga miedo es completamente normal pero guárdeselo para el día del acto; hoy lo que vamos a hacer es redactar el discurso. (*Bueno, quizá sea su jefe quien irá al acto público y le ha pedido a usted que le ayude un poco. Si es así, póngase en su piel y este artículo también le servirá.)
Antes de darle las 10 claves o “trucos” le recomendamos que piense en los siguientes 4 puntos. Reflexionar sobre ellos hará que vayan llegando a su cabeza las ideas que desarrollará cuando empiece a escribir.
¿Qué tipo de acto es?
Empiece por preguntarse qué tipo de acto público es, y por qué le han invitado, o por qué lo ha organizado usted mismo o su empresa. Los eventos públicos se suelen clasificar en empresariales o institucionales y puramente sociales, como fiestas, banquetes, etc. Aunque el acto al que va a asistir sea de carácter social, si usted cree que necesita un discurso, es porque espera que sea un acto revestido de cierta formalidad. Tanto los actos empresariales como los sociales, se mezclan muy a menudo. Conviene saber si prima más un tipo u otro; no tanto para la elección del contenido del discurso, como para la del tono del mismo.
Le damos algunos de los motivos más típicos para organizar actos públicos:
- algo empieza: inauguraciones de empresas o de sus sedes, presentaciones de nuevos productos o servicios, inicio de nuevos proyectos o negocios, firmas de convenios o acuerdos nuevos con otras empresas, etc.
- Sigue: aniversarios de los actos anteriores, presentaciones de informes de empresas (balances de cuentas, juntas de socios o accionistas, etc.), seminarios técnicos, congresos, jornadas, entregas de premios a partir de su segunda edición, etc.
- Acaba: eventos por despedidas de socios o compañeros, jubilaciones, homenajes a personas (suelen hacerse cuando ha dejado de hacer algo)
¿Quién será mi público?
Antes de empezar a redactar piense también en las personas que le escucharán, ¿los conoce o serán desconocidos?. Si es un acto empresarial más o menos técnico es probable que sea un grupo más o menos homogéneo de profesionales del mismo sector y nivel profesional, o quizá sea un grupo de personas de diversas edades e intereses pero que todos pertenecen a una misma organización… Piense en su nivel de conocimientos del tema. Aunque no es imprescindible, si se puede, es mejor decirles cosas que ellos aún no sepan.
¿Qué esperan de mí?
Este es el punto clave para la elección del contenido. Sepa que con múltiples variables, si el acto es de carácter empresarial lo más probable es que usted sea un empresario, o Director General de una empresa, y que lo que se espera de usted es que hable sobre la marcha general de su negocio, o sobre un aspecto concreto del mismo. Si el aspecto es muy técnico quizá requiera la ayuda de alguno de sus trabajadores. En ese caso pídale ya los documentos que tenga escritos sobre ello y/o prepare un cuestionario para que se lo responda cuanto antes.
Pero recuerde, piense en la marcha general de su negocio, como ve está en negrita y lo hemos repetido. Aunque no sea exactamente lo que se quiere de usted, siempre podrá dedicar una buena parte del contenido de su discurso a hablar sobre su negocio. Recordando a Paco Umbral en una célebre escena de un programa de televisión; “yo he venido a hablar de mi libro”.
¿Cuánto tiempo quieren que hable?
Probablemente el programa del acto o la invitación que le han enviado le marque un tiempo determinado de palabra. Si ha llegado hasta este post del blog seguro que no es un conferenciante que cobra. Así que, si le han pedido que hable por un tiempo que le parece demasiado largo, indíqueselo a la organizadores. Recuerde que si usted habla, usted manda (o por lo menos en algo ¿no?).
Si no le indican tiempo piense que entre 10 y 15 minutos es un tiempo muy recomendable; seminarios, simposios, presentaciones de informes, etc. También para aquellas otras que tengan un carácter más social o de celebración; inauguraciones de negocios, o de proyectos, entregas de premios, etc.
Si se le pide que haga un discurso más largo, por ejemplo 40 o 50 minutos, como en el caso de una ponencia dentro de un congreso o unas jornadas profesionales, entérese bien del motivo de las mismas y pida información sobre quienes más forman el programa y sobre qué va a hablar cada invitado. Escribir un discurso para hablar 40 minutos lleva tiempo. Por ello, olvídese de quedarse sin dormir la noche de antes; procure dejarse la agenda poco llena 2 o 3 días antes, para ir sacando las horas que va a necesitar.
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